La Drosera posee hojas que segregan un fluido viscoso con aroma parecido al de
la miel. Cuando un insecto se posa en la hoja, queda atrapado en los pelos
pegajosos. Después las hojas de la Drosera se curvan hacia adentro enrollándolos.
Puede tardar desde un minuto a varias horas en cerrar, dependiendo de la época
del año y cantidad de insectos capturados en otras trampas. Luego, pasan entre 7 y
14 días hasta que los tentáculos de la Drosera se abren completamente. La planta
reconoce si el alimento le sirve o no, por eso sus hojas no siempre se enrollan.

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